¿Cómo afecta la contaminación de los mares?

Conoce los tipos de contaminación, desde la contaminación plástica hasta la contaminación lumínica y cómo afecta los ecosistemas marinos.

Una amplia gama de contaminación, desde la contaminación plástica hasta la contaminación lumínica y cómo afecta a los ecosistemas marinos

Los océanos son tan vastos y profundos que hasta hace poco, la gente asumía que la cantidad de basura y productos químicos que arrojamos al mar no tendría consecuencias.

Hoy sabemos que no es así, simplemente viendo a nuestro alrededor podemos darnos cuenta que el ecosistema marino, que alguna vez estuvo lejos de nuestro alcance, ahora se encuentra al borde del colapso.

Tipos de contaminación marina. 

El agua de los mares y océanos cubre más del 70% de la Tierra, y en tan solo las últimas décadas hemos comenzado a entender cuál es el impacto de los humanos sobre este hábitat. La contaminación marina, a diferencia de la contaminación general del agua, se centra en los productos creados por los humanos que terminan en el océano.

Hasta 1972, las personas alrededor del mundo tiraban su basura (desechos químicos, industriales, radioactivos, etc.) al océano con total impunidad. Millones de metales pesados y contaminantes fueron desechados deliberadamente al océano.

CONTAMINACIÓN QUÍMICA

La contaminación química se refiere a los contaminantes artificiales comunes que llegan al océano, esto incluye pesticidas, herbicidas, fertilizantes, detergentes, petróleo, productos químicos industriales y aguas residuales.

Muchos contaminantes se liberan al medio ambiente agua arriba, desde las costas. Los fertilizantes, utilizados para nutrir las plantas, aplicados a las tierras de cultivo, a menudo terminan en arroyos locales y finalmente se depositan en estuarios y bahías. Estos nutrientes en exceso provocan una proliferación masiva de algas que roban el oxígeno del agua, dejando zonas muertas donde pueden vivir organismos marinos. Algunos contaminantes químicos se derivan de las redes alimentarias, como el DDT e insecticidas que han colocado también a las especies terrestres en peligro.

Afortunadamente, los científicos están comenzando a comprender mejor cómo los contaminantes afectan la vida silvestre marina, no solo los emitidos por las corporaciones si no químicos que podemos encontrar en muchos productos domésticos se acumulan en la sangre de mamíferos humanos y marinos. Incluso los productos farmacéuticos ingeridos por humanos, que no son procesados completamente por nuestros cuerpos, terminan en redes alimenticias acuáticas.

CONTAMINACIÓN DE LUZ 

Desde que el ser humano usa energía eléctrica, la luz artificial se ha extendido por todo el mundo, llegando a casi todos los ecosistemas. A menudo considerado como un problema terrestre, los científicos están comenzando a comprender cómo la luz artificial en la noche afecta a muchos organismos marinos.

Esta luz artificial está directamente relacionada tanto con la desaparición de ciertas especies en algunas áreas como con la colonización de otros lugares. Los resultados se han publicado en Biology Letters del Royal Society Journal.

Esto se debe a que la luz es la fuente de energía principal utilizada por las larvas de los animales invertebrados para buscar nuevos hábitats. Así, en algunas costas del mundo comienza a haber problemas con especies que se quedan adheridas a estructuras de los muelles y puertos, entre otros lugares. Al mismo tiempo, se verían reducidos los números de estas especies en ecosistemas donde su presencia es necesaria.

CONTAMINACIÓN AUDITIVA 

No siempre podemos ver la contaminación. En grandes cuerpos de agua, las ondas de sonido pueden transportarse sin disminuir por kilómetros. Los motores de los barcos, dispositivos de audio y plataformas petroleras interrumpen el sonido natural del ecosistema acuático.

Muchos mamíferos como las ballenas y los delfines, que no tienen buena visibilidad, utilizan eco-localización, emitiendo sonidos que se reflejan en las superficies para ayudarles a “ver” bajo el agua. La contaminación auditiva interrumpen la comunicación y han modificado los patrones de migración, reproducción y caza de estos seres que dependen de ello para sobrevivir.

CONTAMINACIÓN PLÁSTICA 

La acumulación de plástico en nuestros mares, océanos y playas se ha convertido en una crisis a nivel mundial. Actualmente se pueden encontrar miles de millones de toneladas de plástico divididas en un área que constituye aproximadamente el 40% de las superficies oceánicas del mundo. Se espera que el plástico supere a todos los peces del mar para el año 2050.

La contaminación plástica llega al océano a través de la escorrentía e incluso por el vertido intencional. La cantidad de plástico en el Océano Atlántico se ha triplicado desde la década de 1960. Los remolinos de basura que flotan en el Océano Pacífico, casi 620,000 millas cuadradas, el doble del tamaño de Texas, son una imagen poderosa de nuestro problema plástico.

Uno de los principales factores que contribuyen a esta contaminación son los plásticos de un solo uso, es decir, los que se usan solo una vez antes de tirarlos a la basura o directamente al océano. Estos artículos son consumidos accidentalmente por muchos mamíferos marinos, pues las bolsas de plástico se asemejan a las medusas, un alimento común para las tortugas marinas. 

¿Cómo podemos ayudar a los océanos? 

  1. Exige alternativas libres de plástico. Debemos exigir a las empresas que proporcionen a los consumidores alternativas sin plástico y decir no a los plásticos de un solo uso, como pajitas, cubiertos de plástico, tazas de café, botellas de agua, bolsas de plástico, globos, productos envueltos en plástico y envases de comida para llevar.

  2. Reduce tu huella de carbono. El dióxido de carbono, un conocido gas de efecto invernadero, está haciendo que nuestros océanos sean más ácidos. Para reducir el impacto que dejas en el mundo, puedes moverte de un lado a otro en bicicleta, apagar la luz cuando salgas de la habitación, cubrirte con un sweater o cobijas en época de frío en lugar de prender la calefacción y buscar consumir alimentos y productos sustentables.

  3. No dejes nada atrás. A medida que aumentan las multitudes en la playa, también lo hace la cantidad de basura. No dejes que tu día de vacaciones contribuya a la destrucción de nuestros océanos. Recuerda no dejar nada más que sus huellas en la arena: levanta y desecha tu basura.

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